El ambicioso proyecto que prepara Argentina para el retorno de la Fórmula 1
La aparición de Franco Colapinto a la Fórmula 1 no solo desató una ola de entusiasmo en el país, sino que también reavivó un viejo anhelo: volver a tener un Gran Premio en territorio argentino.
Este sueño, que parecía lejano, comienza a tomar forma con un ambicioso proyecto de transformación del Autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires, impulsado además por el regreso del MotoGP tras 28 años de ausencia.
El retorno del campeonato mundial de motociclismo marcará un antes y un después para el icónico circuito porteño.
Las obras planificadas no se limitan a la modernización, sino que apuntan directamente a la homologación FIM para motos y, en una segunda etapa, a la homologación FIA Grado 1, requisito indispensable para recibir a la máxima categoría del automovilismo mundial.
Cambios profundos en el trazado histórico
La primera fase del rediseño, a cargo del reconocido ingeniero Hermann Tilke, contempla una modificación sustancial del circuito, con la eliminación o alteración de sectores clásicos como la chicana de Ascari, la "S" del Ciervo y el Curvón Salotto. Aunque estas decisiones generan cierta resistencia entre los fanáticos más tradicionales, responden a las exigencias de seguridad actuales del MotoGP y la F1, como curvas con radios más amplios y escapatorias asfaltadas.
Tilke aseguró que el nuevo trazado tendrá un 90% de coincidencia entre las versiones para motos y autos, diferenciándose en solo dos curvas específicas, adaptadas a las necesidades técnicas de cada categoría.
Un complejo multifuncional, más allá del deporte
Pero el plan no se queda solo en el circuito. La transformación del Gálvez incluye también la creación de nuevas instalaciones, como una plataforma elevada con vista panorámica de casi 360°, espacios para conciertos y zonas de uso mixto, con el objetivo de convertir al predio en un polo de entretenimiento y desarrollo urbano.