Crisis hídrica: en Uruguay la situación es caótica y el Gobierno realizó un preocupante anuncio
Una crisis hídrica sin precedentes por ausencia de lluvias y por falta de planificación e inversiones del gobierno de Lacalle Pou tiene en vilo al vecino país de Uruguay, que podrían quedarse sin agua potable en la primera semana de julio.
Esta situación hizo que se disparará el consumo del agua embotellada y también su precio, repercutiendo considerablemente en la industria alimenticia y de elaboración de refrescos.
La represa de Paso Severino, de donde se extrae el agua dulce para efectuar el proceso de potabilización y proveer de su consumo a 60% de la población uruguaya (Montevideo y área metropolitana), llegó este viernes a su mínimo histórico y sus reservas llegan a 3,5 millones de metros cúbicos.
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La empresa estatal de aguas (OSE) actualmente utiliza cerca de 150.000 metros cúbicos por día y, como no es suficiente, la mezcla con agua salada del Río de la Plata. Luego la distribuye a la población.
El director de OSE, Edgardo Ortuño, confirmó que la fecha límite de entrega de agua potable a la población: 20 días.
Los niveles de reserva de agua dulce "están en su mínimo histórico" en la Represa de Paso Severino y continúa descendiendo, por lo que "se prevé su agotamiento en 20 días aproximadamente", afirmó Ortuño.
La falta de reservas en Paso Severino supuso la necesidad de completar el suministro bombeando agua del Río de la Plata con alta salinidad, lo que causó el aumento de cloruros y sodio en el agua suministrada por OSE a la población, sobrepasando los máximos permitidos por la norma que define el agua potable por lo que, según Ortuño, "el gobierno asumió públicamente que brinda agua bebible pero no potable, por primera vez en la historia del Uruguay".
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En la canilla, el agua sabe salada. Los estudios del Ministerio de Salud Pública y de la Intendencia de Montevideo confirmaron las considerables subas de sodio y cloruro en el agua, quedando muy por encima de los valores permitidos.
Una última resolución de las autoridades sanitarias posibilitó que se le agregue e al agua el máximo de trihalometanos posibles. El aumento de este último parámetro es para poder utilizar más cloro para mantener el agua apta, desinfectada y libre de microorganismos.